Ésta es básicamente una enfermedad de aparición en gatos de edad mediana o mayores. En un estudio reciente el 90% de los gatos afectados tenía 11 años de edad o más. El signo más frecuente es la pérdida significativa de peso. A menudo acompañado de polidipsia, aumento o disminución del apetito y vómitos ocasionales. En algunos casos, se asocia el aumento del volumen fecal o incluso diarrea. Los animales afectados pueden ser hiperactivos o agresivos, alternativamente, o pueden padecer letargia y escasa respuesta a los estímulos.
Aunque los signos de insuficiencia cardíaca congestiva no son comunes, en muchos gatos afectados por un hipertiroidismo leve a moderado, aparece miocardiopatía hipertrófica, la que generalmente provoca un aumento del gasto cardíaco, con o sin un soplo sistólico, el que es más audible sobre la base del corazón.
Puede palparse una masa tiroidea discreta hasta en un 90% de los casos afectados, pero hay que recordar que muchos gatos mayores pueden tener nódulos tiroideos palpables que son clínicamente insignificantes, mientras que no todos los gatos con hipertiroidismo tienen una lesión palpable.
Patología Clínica de Rutina: En el hemograma se pueden observar cambios inespecíficos, los que pueden incluir eritrocitosis y un leucograma de estrés. Puede haber una elevación leve a marcada de la alanina aminotransferasa (ALT), aspartato aminotransferasa (AST) y fosfatasa alcalina (ALP), que son las alteraciones bioquímicas más frecuentes en esta patología. Los análisis de varias series de casos clínicos sugieren que aproximadamente el 90% de los gatos hipertiroídeos tienen una elevación en una de estas tres enzimas. Sin embargo, esto no quiere decir que la ausencia de la elevación de estas enzimas se oponga al diagnóstico de hipertiroidismo.
También pueden encontrarse leves a moderados aumentos en la urea y la creatinina en más del 25% de los gatos con hipertiroidismo, mientras que la hiperfosfatemia, sin azoemia, se puede encontrar hasta en el 20% de ellos.
Aunque los signos de insuficiencia cardíaca congestiva no son comunes, en muchos gatos afectados por un hipertiroidismo leve a moderado, aparece miocardiopatía hipertrófica, la que generalmente provoca un aumento del gasto cardíaco, con o sin un soplo sistólico, el que es más audible sobre la base del corazón.
Puede palparse una masa tiroidea discreta hasta en un 90% de los casos afectados, pero hay que recordar que muchos gatos mayores pueden tener nódulos tiroideos palpables que son clínicamente insignificantes, mientras que no todos los gatos con hipertiroidismo tienen una lesión palpable.
Patología Clínica de Rutina: En el hemograma se pueden observar cambios inespecíficos, los que pueden incluir eritrocitosis y un leucograma de estrés. Puede haber una elevación leve a marcada de la alanina aminotransferasa (ALT), aspartato aminotransferasa (AST) y fosfatasa alcalina (ALP), que son las alteraciones bioquímicas más frecuentes en esta patología. Los análisis de varias series de casos clínicos sugieren que aproximadamente el 90% de los gatos hipertiroídeos tienen una elevación en una de estas tres enzimas. Sin embargo, esto no quiere decir que la ausencia de la elevación de estas enzimas se oponga al diagnóstico de hipertiroidismo.
También pueden encontrarse leves a moderados aumentos en la urea y la creatinina en más del 25% de los gatos con hipertiroidismo, mientras que la hiperfosfatemia, sin azoemia, se puede encontrar hasta en el 20% de ellos.
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