FISIOPATOLOGÍA: EPI (Exocrine Pancreatic Insufficiency), o Insuficiencia Pancreática Exocrina, es una patología que se manifiesta por la incapacidad de las células acinares del páncreas exocrino para producir y secretar los 3 sistemas enzimáticos necesarios para la digestión de los alimentos: La amilasa para la digestión de los carbohidratos (azúcares y almidones de cereales, frutas y hortalizas); Las lipasas para la digestión de las grasas y aceites; La tripsina y proteasas para la digestión de las proteínas. EPI es referida a veces como una hipoplasia del páncreas o del tejido acinar. También puede ser una condición secundaria a una enfermedad crónica, como la pancreatitis crónica. Sin la actividad de estas enzimas, el resultado es una malabsorción con presencia de restos de alimentos sin digerir en las deposiciones del perro, el que si bien ingiere gran cantidad de alimentos, está permanentemente desnutrido. Sin un tratamiento adecuado, el paciente puede literalmente morir de hambre y desnutrición. Con EPI, los órganos inmunológicos, nerviosos y todos los otros sistemas del organismo pueden verse comprometidos en distintos grados. La falta de nutrientes generalmente provoca cambios el temperamento del animal, lo que puede expresarse como miedo y/o agresión. EPI es una enfermedad devastadora y a menudo mal diagnosticada. Los síntomas suelen no aparecer sino hasta que el 80% a 95% de las células acinares están dañadas. Además no todos los perros muestran una evolución clara de signos y síntomas y es una enfermedad que afecta a todas las razas.
SIGNOS Y SÍNTOMAS. Los más comunes son:
• Gradual enflaquecimiento a pesar de un apetito voraz.
• Defecar con mucha frecuencia, a veces cada media hora.
• Deposición grasa (esteatorrea), amarillenta o grisásea, voluminosa.
• Comer sus propias heces (coprofagia) u otras sustancias inapropiadas
• Aumento de los ruidos abdominales
• Aumento de la flatulencia y vómitos ocasionales.